A principios de los setenta uno de los grandes retos de la sanidad era la extensión a toda España y la adaptación a provincias con situaciones sanitarias muy diversas. No existía una red de asistencia sanitaria de ámbito estatal y no había igualatorios provinciales en todo el país.
Con este objetivo nació ASISA en 1971, como un igualatorio interprovincial que permitió la rápida adscripción de médicos de todas aquellas provincias que no lo tenían hasta el momento. La dura labor de su fundador, el Doctor Espríu, permitió establecer delegaciones de ASISA en las provincias que no disponían de igualatorios. De hecho, en 1973 su red ya contaba con 19 igualatorios provinciales y uno interprovincial.
1975 fue el momento clave para demostrar la validez del modelo sanitario que defendía, al surgir la posibilidad de colaborar en la prestación de asistencia pública. En 1976 ASISA firmó su primer concierto con la Mutualidad de Funcionarios Civiles del Estado (Muface). En la actualidad es una de las primeras compañías proveedoras de servicios sanitarios a las tres Mutualidades de Funcionarios del Estado: MUFACE, ISFAS y MUGEJU.